Un 29 de setiembre de 1964, apareció por primera vez en la Revista “Primera Plana”, la inolvidable y siempre vigente, Mafalda. A un año de que ésta cumpla 60 años y a 3 de su fallecimiento, queremos rendirle homenaje al hombre que en este caso, se encuentra detrás de la gran mujer…su autor y padre…Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino.
Si bien Mafalda es su obra maestra, el reconocido dibujante Quino ha tenido una prolífica, extensa y exitosa producción en el humor gráfico.
Con una imaginación sin límites y un sentido del humor absurdo y surrealista, nos ha deleitado con su obra haciendo un análisis crítico de los seres humanos en todos sus aspectos.
Nació un 17 de julio de 1932 en nuestra Mendoza. Recibió este apodo para ser distinguido de su tío, el ilustrador Joaquín Tejón, que fue quien despertó su vocación de dibujante a edad muy temprana.
Perdió a sus padres siendo muy joven, en la década del cuarenta. Tal vez a partir de allí, sus dibujos fueron su gran refugio. Después de terminar la escuela primaria, ingresó a la Escuela de Bellas Artes, pero la abandonó a mitad de camino, “cansado de dibujar ánforas y yesos”, haciéndose cargo del error, en entrevistas donde sostiene que tuvo que aprender por sí solo cosas, que hubieran sido más sencillas de aprender en la escuela…pero ninguna decisión es tan azarosa y nada pasa por casualidad.
Esta determinación de alguna manera lo llevó con 18 años a Buenos Aires y entre idas y vueltas, cumplimiento del servicio militar, distintos penares y búsquedas infructuosas de oportunidades, lo situó donde tenía que estar, haciendo lo que más amaba…dibujar….hasta que esa oportunidad llegó.
Instalado en Buenos Ares logra publicar su primera página de humor en el semanario Esto Es, momento a partir del cual empieza a publicar en muchos otros medios: Leoplán, TV Guía, Vea y Lea, Damas y Damitas, Usted, Panorama, Adán, Atlántida, Che, el diario Democracia, etc.
En 1954 empieza a publicar regularmente en Rico Tipo, a la que siguen Tía Vicenta y Dr. Merengue. Al poco, empieza a hacer dibujos publicitarios. Publica su primer libro recopilatorio, “Mundo Quino”, en 1963, tras lo que le encargan unas páginas para una campaña de publicidad encubierta para la empresa de electrodomésticos Mansfield,[] para las que crea a Mafalda. La campaña no llegó a realizarse, por lo que la primera historia de Mafalda se publica en Leoplán, tras lo que pasó a figurar regularmente en el semanario Primera Plana ya que el director del semanario era amigo de Quino.
Entre 1965 y 1967 aparece en el posteriormente desaparecido diario El Mundo; pronto publica el primer libro recopilatorio, y empieza a editarse en Italia, España (donde la censura obliga a etiquetarlo como “para adultos”), Portugal y otros países.
No obstante al éxito desopilante de Mafalda, en 1972 es decir a diez años del nacimiento del personaje, su autor decidió no volver a dibujarlo, pues hasta entonces había vivido presionado por el ritmo que le imponían las tiras diarias.
A partir de 1973, editó varios libros de historietas humorísticas entre los que destaca la serie Mundo Quino. En ese año se traslada junto a su esposa Alicia a Milán donde vive muchos años, hasta su retorno a Argentina y a nuestra tierra mendocina.
No pueden casi enumerarse la cantidad de publicaciones que Quino editó, ni tampoco la cantidad de premios y reconocimientos que ha recibido a lo largo de sus 81 años.
Tampoco el éxito permanente de Mafalda, que con la inocencia de los niños y siempre con un toque de humor, hace reflexionar sobre el mundo de los adultos en todos los aspectos. Traducida a 10 idiomas, exportada a varios países, chica propaganda de campañas de UNICEF, motivo de postales y de estampillas argentinas, con figura de cuerpo presente en la esquina de Defensa y Chile en la Ciudad de Buenos Aires, fotografiada incansablemente por turistas y locales siempre continúa y continuará vigente, trascendiendo todo tipo de fronteras.
El gran Quino partió de este mundo a los 88 años, el 30 de septiembre de 2020, tras estar internado a causa de un accidente cerebrovascular, “casualmente” un día después de haberse cumplido cincuenta y seis años de la primera publicación de Mafalda.
La vigencia de esta pequeña rebelde se mantiene intacta con el paso de los años, porque ella proviene del análisis más puro que él hizo de la realidad, del comportamiento y naturaleza humanos. Con cinismo a veces, con ingenuidad, con ternura, con desparpajo y absurdo, cada historieta o dibujo de Joaquín Lavado en el fondo nos da una profunda enseñanza, acompañada por una de las mejores virtudes de las personas, la capacidad de reír…aprendiendo.
