Sin duda son muchos los que esperan ansiosos la llegada de la primavera. La temperatura sube, todo florece y se acerca el verano. Pero para algunos es una época complicada. Son muchos los niños y adultos que con el inicio de esta estación comienzan a sufrir molestias a causa de la alergia que padecen, que los afecta especialmente en las vías respiratorias y ojos.
De hecho desde hace un tiempo se ha producido un aumento en el número de personas que sufre esta enfermedad.
Comúnmente la alergia aparece en la infancia muy temprano, aunque también hay excepciones. Los antecedentes familiares son determinantes a la hora de padecer esta enfermedad. Por ejemplo si un niño tiene un padre con alergia presenta un 40% de probabilidades de ser alérgico. Si ambos padres presentan alergias distintas, su probabilidad aumenta al 60 % y si ambos padres tienen la misma alergia, la posibilidad se eleva al 80%.
Síntomas frecuentes
Las alergias primaverales son principalmente respiratorias. Los síntomas más comunes son:
-Secreción nasal, picazón, estornudos y congestión.
-También pueden picar los ojos y lagrimar con mayor frecuencia.
-El asma y la sinusitis se pueden ver incrementadas con este tipo de alergia.
-La tos es otro síntoma común. El goteo postnasal debido a la rinitis causa la tos que puede llegar a ser crónica. Generalmente están presentes los otros síntomas, pero a veces el único síntoma que se advierte es la tos.
Cómo evitar las molestias
Conocer al “enemigo”: Distintos tipos de polen provocan reacciones alérgicas en diferentes personas. No todos disparan las mismas reacciones en cada organismo. Los estudios médicos realizados por los alergistas les servirán para conocer a qué tipo de polen (u otros agentes) son alérgicos, para saber evitarlos cuando se presenten.
Controlar los horarios: La mayor producción de polen tiene lugar entre las 5-10 de la mañana y de 7-10 de la noche, por lo que es mejor evitar las salidas al aire libre en esos horarios.
Consultar el pronóstico del tiempo: Los días secos y ventosos dispersan el polen y son los más críticos para los alérgicos; en esos días, es mejor permanecer en casa o al menos en lugares cerrados. Por el contrario, en los días húmedos, sobre todo después de una lluvia, el agua lava y elimina los rastros de polen del aire, trayendo alivio y mejorando la respiración. Así que lo mejor es tomar previsiones antes de realizar cualquier actividad a la intemperie.
Evitar el contacto directo: En caso de realizar actividades al aire libre (especialmente en el jardín), una simple mascarilla de pintor servirá para evitar la inhalación de polen y retrasar la aparición de alergias. Evitar tumbarse en el césped y utilizar anteojos o gafas de sol al salir.
Cambiarse con frecuencia: El cambio de ropas varias veces al día permitirá mantener alejados los alergenos que se adhieren a las telas. Por el mismo motivo, es conveniente no secar la ropa al sol, para que las partículas de polen no se impregnen.
Bañarse con frecuencia: Como complemento de la recomendación anterior, una ducha refrescante y un lavado de cabello todas las noches servirán para eliminar todo rastro de polen del cuerpo y descansar mejor.
Mantener la casa limpia: En los hogares, limpiar los pisos con agua para que la humedad mantenga el polen en el suelo y no se disperse por el aire; limpiar con frecuencia las cortinas y aberturas por donde ingrese aire del exterior y utilizar equipos de aire acondicionado con sistemas de filtrado de polen (que deberán conservarse limpios y en condiciones). Dejar las ventanas cerradas cuando el viento sople hacia el interior de la habitación. Utilizar la aspiradora en vez de escobas o plumeros.
Consultar al médico: Existen remedios con efecto antihistamínico muy efectivos (muchos de ellos de venta libre) pero es mejor que sean recetados y controlados por un especialista que proporcione la mejor medicación para cada tipo específico de paciente.
Mantener las ventanas cerradas: por la noche y cuando se viaja en el coche; y/o utilizar aire acondicionado con filtros y cambiarlos con frecuencia.
Alimentos que ayudan a disminuir las alergias
De acuerdo a recientes investigaciones existen especialistas que relacionan la alergia en primavera con cierto tipo de alimentación. Esto no está comprobado sin embargo se sugiere que un correcto manejo de los alimentos podría ayudar a disminuir los síntomas.
Según la profesora de la Universidad de Reading, Ann Walker, una dieta rica en antioxidantes y omega-3 sería muy positiva para este fin. La Doctora Walker se basa en dos estudios que apuntaban a la relación entre la alimentación y las alergias. En el primero, realizado en Italia, analizaron las respuestas de padres de niños de entre 6 y 7 años que sufrían asma y alergias. Según los resultados, una dieta rica en fruta (especialmente frutas cítricas) y verduras paliaban las dificultades respiratorias, mientras que un alto consumo de margarina vegetal las agudizaban. En el segundo estudio, realizado en Noruega, los resultados indicaron que los niños que habían comido pescado antes de cumplir un año sufrían menos alergias y asma que los niños que no lo habían probado.
La inmunoterapia, un posible tratamiento
La inmunoterapia es un tratamiento contra las alergias que se basa en introducir, en el sistema inmunológico del paciente, dosis cada vez mayores de los elementos que producen la reacción alérgica, incrementando la resistencia natural del paciente hacia los alérgenos que provocan los síntomas.
El tratamiento comienza con la inyección subcutánea de extractos de las sustancias que suelen producir las alergias, como polen de varias plantas, polvo, esporas de mohos y ácaros. Las vacunas estimulan a que el sistema inmunológico combata de modo seguro y controlado los alérgenos y cuando el organismo se ve expuesto de manera natural a los mismos, no reacciona de manera desordenada. Es un tratamiento largo que puede durar un par de años y bastante duro para los niños, pero esto hay que evaluarlo con el médico de acuerdo a la intensidad y gravedad de la alergia que el menor padece.