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Fuera envidia

Desde tiempos remotos hasta la actualidad, la envidia ha estado presente en los hombres, siendo uno de los sentimientos más repulsivos y negados que puede padecer un ser humano.

Protagonista de esta emoción o padeciente de ella a causa de terceros, tenemos que aprender a trabajarla para que no coarte el desarrollo de nuestra vida. Aquí te contamos un poco acerca de su historia y de cómo actuar en uno u otro caso.

En el latín invidĭa, la envidia es el deseo de obtener algo que posee otra persona y que uno carece. Se trata, por lo tanto, del pesar, la tristeza o el malestar por el bien ajeno. En este sentido, la envidia constituye el resentimiento (el sujeto no quiere mejorar su posición sino que desea que al otro le vaya peor).

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Invidia la diosa de la mitología romana

De la mano del hombre

A lo largo de la historia la envidia ha estado muy presente en las diversas culturas. Buena muestra de ello es la cultura griega y también la romana que apostaron incluso por hacerla muy presente en sus diversas obras artísticas. Así, la han llegado a representar como una anguila o bien como la cabeza de una mujer mayor llena de serpientes.

Es interesante resaltar que además los griegos utilizaban la expresión “mal ojo” para poder definirla. Tan poderosa la consideraban que intentaban proteger a sus hijos de aquella y lo hacían aplicándoles en la frente el lodo que encontraban en el fondo de los baños.

El catolicismo considera a la envidia como uno de los sietes pecados capitales, ya que supone la fuente de otros pecados. El envidioso desea tener algo a costa de privar a otra persona de dicha posesión.

Los siete pecados capitales de la poesía | ctxt.es
La envidia está dentro de los 7 pecados capitales.

La lujuria, la gula, la pereza, la avaricia, la soberbia y la ira son los otros pecados capitales que completan la lista que confeccionó el Papa San Gregorio Magno durante su pontificado entre los siglos VI y VII.

Por qué aparece la envidia?

La envidia es un sentimiento tan universal como pernicioso. Todas las personas, en mayor o menor medida, sufren en algún momento de su vida esa agobiante sensación, pero en la medida en que uno se dedique a fortalecerse, a aceptarse y a ser feliz con lo que se tiene, estará más lejos de esta sensación

Si por el contrario, la mirada está puesta siempre en el otro, la envidia podrá surgir cuando no sólo ante la escasez o dificultad de objetos materiales, sino también en el ámbito laboral o afectivo de una persona.

La psicología afirma que la envidia es un sentimiento que se niega tanto ante terceros como ante uno mismo.

Los 3 secretos para lidiar con las personas envidiosas

Hay que tener en cuenta que detrás de la envidia se halla:

  • Un sentimiento de inferioridad e inseguridad.
  • Una incapacidad de reconocer las limitaciones personales, asociándolas a signos de debilidad.
  • Una negación total de que la infelicidad no se debe a lo que no se tiene, sino a la falta de aprecio de lo que sí se posee.
  • Una falta de compromiso y responsabilidad con la propia vida. Pendiente de la vida de otros, no se asume la propia.

Para gestionar y superar la envidia, nada mejor que replantearnos algunos principios clave, que son los que nos ayudan a disfrutar de un mayor equilibrio y a vivir de forma más serena y gozosa:

  • Pensar que no estamos perdiendo nada cuando a otras personas les va bien.
  • Darnos cuenta de que si queremos ser nosotros mismos, el único punto de referencia de superación somos nosotros. No necesitamos compararnos con nadie más.
  • Apreciar el valor de nuestra vida y mostrarnos agradecidos de tenerla.
  • Alegrarnos de lo que tenemos. No vivir pendientes de lo que no tenemos.
  • Redescubrir día a día lo que nos rodea: las personas, el paisaje, las pequeñas cosas que nos hacen más fácil la vida…
  • Y lo más difícil, pero alcanzable: sentirnos felices por la buena suerte de los demás, porque, en definitiva, vengan de la mano de otros o de las nuestras propias, de lo que se trata es de vivir el mayor número de momentos de felicidad y alegría.

Tips para quienes son víctimas de la envidia:

  • Si se siente que uno es víctima de envidia, hay que asumir que no se es responsable de generar ese sentimiento, el problema es de la otra persona.
  • Si se descubre que alguien envidia y no tiene influencia en tu vida, en lo posible evitar esa relación.
  • Si la persona es del entorno cercano y se siente afecto por ella, se puede tratar de encontrar el modo de enseñarle como obtener lo que desea o valorizarlo en los aspectos que necesite.
  • Mantener una actitud de distancia y mínima confianza con quienes se considere que puedan envidiarte y evitar responder a comentarios negativos.

Amuletos que supuestamente “espantan la envidia”, como las pulseras rojas, las ristras de ajo, la lavanda, medallas de San Benito, entre tantas otras recetas y rituales contra este “mal”.

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