En 1987 la Asamblea Mundial de la Salud instituyó el Día Mundial sin Tabaco para llamar la atención mundial hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales. El consumo de tabaco es la principal epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria
El tabaco mata en el mundo a más de 8 millones de personas cada año. Más de 7 millones se deben al consumo directo del tabaco y aproximadamente 1,2 millones al humo ajeno al que están expuestos los no fumadores.
Día Mundial sin Tabaco
Fumar es un factor de riesgo conocido en muchas infecciones respiratorias que aumenta la gravedad de este tipo de enfermedades. Un grupo de expertos en salud pública reunido por la OMS en el 2020 revisó diversos estudios. Tras revisarlos, estableció que los fumadores tienen más probabilidades de desarrollar síntomas graves en caso de padecer COVID-19. Además, poseen más riesgo de fallecer a causa de él, en comparación con los no fumadores.
Consumo de tabaco y COVID-19
La COVID-19 es una enfermedad infecciosa que ataca principalmente los pulmones. El tabaquismo deteriora la función pulmonar, lo que dificulta que el cuerpo luche contra esta y otras enfermedades. El consumo del tabaco es además un factor de riesgo importante de enfermedades no transmisibles. Ellas son las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, algunas enfermedades respiratorias y la diabetes. Asimismo, las personas que padecen esas enfermedades, tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves en caso de verse afectadas por la COVID-19.
La OMS evalúa constantemente los estudios recientes, incluidos aquellos en los que se examina la relación entre el consumo de tabaco, el consumo de nicotina y la COVID-19.
Se recomienda a los fumadores intentar dejar de fumar lo antes posible mediante métodos de eficacia comprobada. Así como líneas de atención telefónica gratuitas para ese fin, existen programas que se basan en mensajes de texto por teléfono o tratamientos de sustitución con nicotina.
¿Qué pasa cuando se deja de fumar?
- A los 20 minutos se reducen la tensión arterial y la frecuencia cardíaca elevadas.
- Luego de 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en el torrente sanguíneo vuelve a la normalidad.
- Entre las 2 y 12 semanas, mejoran la circulación y la función pulmonar.
- A los 1-9 meses se reducen la tos y la disnea.
